Joseph DeAngelo se movía por los barrios de California como una sombra.

Acechaba a sus víctimas durante días, aprendiendo sus rutinas antes de colarse en sus casas enmascarado para torturarlas, violarlas y asesinarlas. Al principio, atacaba a mujeres que vivían solas, pero luego amplió sus ataques a parejas. Se llevaba anillos de boda, fotos y otros macabros recuerdos de las escenas de sus crímenes.

Lo que comenzó como robos y allanamientos se convirtió en brutales ataques y asesinatos que aterrorizaron a barrios enteros, impidiéndoles dormir. Cada ola de terror en una zona distinta de California trajo consigo un nuevo apodo: el Merodeador de Visalia, el Acosador Nocturno Original, el Violador de la Zona Este y, finalmente, el Asesino del Estado Dorado.

DeAngelo asesinó al menos a 13 pe

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