En los márgenes del Campo de Gibraltar, en el cauce del Guadalquivir o en la periferia de Algeciras, agentes de Guardia Civil y Policía Nacional aseguran enfrentarse a un narco "cada vez más violento, más organizado y con mayor sensación de impunidad". Lo que antes se consideraban incidentes excepcionales se ha convertido, según denuncian sindicatos de ambos cuerpos, en una escena habitual: agentes heridos en tiroteos, narcolanchas que superan en potencia a las patrulleras, 'guarderías' de droga protegidas con armas de guerra... Y esto, insisten, no es una anomalía, sino el síntoma de un problema que se está agravando.

A esa fotografía apuntaban el miércoles casi un centenar de agentes concentrados frente al Ministerio del Interior para reclamar la dimisión del cabeza de la cartera, Ferna

See Full Page