Desde bien temprano en la mañana Asdrúbal Velásquez instala su puesto de chicha en las inmediaciones de la plaza Rómulo Gallegos y se prepara para atender a los clientes.

De joven estudió y se graduó como Tecnólogo de Administración; luego trabajó en una estación de radio donde fue locutor por 5 años, y seguido a eso se dedicó por 14 años a ser funcionario en el Servicio Nacional Autónomo de Atención Integral a la Infancia y a la Familia (Senifa).

Con la cuarentena, producto de la pandemia por COVID-19, dejó su trabajo y se enfocó a pasar tiempo de calidad con su esposa, sus hijos y sus nietos. Junto a sus más cercanos empezó un negocio familiar y lo convencieron de empezar a trabajar en un puesto ambulante. «Nunca imaginé que terminaría vendiendo ésta bebida, pasé de trabajar en una of

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