En un desarrollo legal que podría sentar precedentes para la regulación de la inteligencia artificial , OpenAI ha presentado su defensa oficial ante la demanda interpuesta por la familia de Adam Raine, el adolescente de 16 años que se quitó la vida tras meses de interacción con ChatGPT.

En los documentos judiciales presentados este martes, la tecnológica argumenta que no tiene responsabilidad legal en el deceso, sosteniendo que el joven eludió activamente los controles de seguridad de la plataforma para acceder a información prohibida sobre métodos de suicidio.

La respuesta de la compañía, dirigida por Sam Altman, busca desestimar las acusaciones de homicidio culposo presentadas por Matthew y Maria Raine en agosto. La defensa se centra en la premisa de que Adam violó los Términos de

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