CNN —

Una operación militar de Isarel contra una aldea siria este viernes por la mañana se convirtió en el ataque más mortífero de una nación extranjera contra Siria desde el derrocamiento del exdictador Bashar al-Assad el año pasado.

Al menos 13 personas murieron y 24 resultaron heridas durante la infiltración de fuerzas israelíes en la aldea de Beit Jinn, en el sur de Siria, para capturar a dos miembros de Jama’a Islamiya, un grupo militante islamista libanés.

El ejército israelí declaró que los dos miembros del grupo extremista planeaban futuros ataques contra Israel. Fuerzas del Gobierno sirio intervienen en Sweida el 20 de julio, en medio de la violencia sectaria entre facciones drusas y tribus beduinas. Mohammad Daher/Abaca/Sipa

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