La comunidad somalí de Minneapolis enfrenta una creciente ansiedad debido a una nueva operación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) centrada en inmigrantes indocumentados. Esta ofensiva se produce en un contexto de tensiones alimentadas por comentarios despectivos del presidente Donald Trump hacia la comunidad. En los mercados somalíes de Minneapolis, la vida cotidiana parece normal, con hombres en sillas de barbero y mujeres comprando en boutiques. Sin embargo, la inquietud es palpable. Muchos residentes llevan consigo documentos de inmigración y pasaportes, temerosos de ser detenidos. Fawzi, un joven que trabaja en una panadería del centro comercial Karmel, expresó su miedo: "Imagina que estás sentado en tu coche y de repente alguien se acerca y te dice: ‘Oye, tienes que venir conmigo’". El alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, visitó el 24 Somali Mall para mostrar su apoyo a la comunidad. Durante su visita, una mujer le mostró su tarjeta de residencia, explicando que la llevaba por miedo. Frey destacó que la mayoría de los somalíes en el área son ciudadanos o residentes legales. Sin embargo, la situación se tornó tensa cuando agentes de ICE, identificados por sus chalecos de "ERO" (Operaciones de Ejecución y Deportación), realizaron controles en las calles. Un hombre que fue abordado por los agentes, aunque ciudadano estadounidense, describió la experiencia como agresiva. En respuesta a la creciente preocupación, el alcalde firmó una orden ejecutiva que prohíbe a los agentes federales utilizar propiedades de la ciudad para operaciones de control de inmigración. Esta medida busca proteger a la comunidad somalí de posibles abusos. Abdul Abdullahi, director de una oficina de empleo, criticó los comentarios de Trump, afirmando que son un intento de dividir a la comunidad. Por otro lado, algunos residentes, como Mohamud, un ingeniero mecánico, expresaron su apoyo a Trump, aunque reconocen que su retórica puede afectar negativamente a la comunidad somalí. La comunidad somalí de Minneapolis, que ha enfrentado desafíos desde la llegada de muchos de sus miembros en la década de 1990, continúa lidiando con la incertidumbre en medio de un clima político tenso. Según la Oficina del Censo, casi el 58% de los somalíes en Minnesota nacieron en Estados Unidos, y el 87% de los que nacieron en el extranjero son ciudadanos naturalizados. La situación actual refleja las complejidades de la inmigración y la identidad en Estados Unidos, donde la comunidad somalí busca seguridad y reconocimiento en un entorno cada vez más hostil.