Todo trabajador, cuando lleva varios años dentro de una empresa, aspira a una subida de . La alegría que supone para un trabajador recibir este incremento también supone un refuerzo de su motivación, su autoestima y su sentido de pertenencia dentro de la empresa.
Y es que no siempre se ve recompensado el esfuerzo, la constancia y la dedicación , por lo que una mejora salarial se convierte en una señal tangible de valoración. Es el reconocimiento explícito de que la labor realizada tiene un impacto real y que la organización es verdaderamente consciente de la contribución.
Sin embargo, aunque las subidas son reales, en muchas ocasiones no son tangibles. Las empresas se guardan un 'as' bajo la manga que provoca que el trabajador perciba su nómina igual que antes del incremento.
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