« Chóvenos na casa ». Fue el lema que los vecinos de la calle Ribeira Sacra, en Novo Mesoiro , colgaron de sus ventanas para sacar afuera lo que pasaba dentro. Nada menos que lo que anunciaban: humedades por todas partes, goteras, chorros de agua que corren por las paredes . Un mal que padecen, especialmente, los vecinos de los novenos pisos , pero que también afecta a zonas comunes , y que ya comienza a bajar hacia plantas más bajas. Así llevan quince años, entre cubos . «Llevaba dos meses aquí cuando esto se inundó por primera vez», cuenta Marián , vecina de una de las viviendas, mientras señala las manchas negras de moho que mantienen inutilizada una de las habitaciones de su hogar. Quince años en los que los vecinos del inmueble que construyó la Xunta , y que ocupa lo

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