CARACAS - El gobierno de Venezuela anunció este viernes la liberación de 252 migrantes que habían sido deportados por Estados Unidos a una prisión de máxima seguridad en El Salvador. La Cancillería venezolana agradeció al expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero por su intervención en este proceso.

"Venezuela ha pagado un alto precio para conseguir la libertad de estos connacionales, a través de un canje con las autoridades de los Estados Unidos de América de un grupo de ciudadanos estadounidenses que se encontraban a la orden de la justicia", indicó el comunicado oficial.

El presidente Nicolás Maduro, según el comunicado, siempre estuvo "dispuesto a cuidar la vida e integridad de estos venezolanos sometidos a graves violaciones de derechos humanos". El gobierno venezolano no dudó en realizar este canje para rescatar a los migrantes, a quienes se les considera víctimas de la extrema derecha venezolana.

Además, se informó que el sistema de Justicia de Venezuela otorgó "medidas alternativas a la privación de libertad a un conjunto de ciudadanos venezolanos que permanecía detenidos" por delitos comunes y contra el orden constitucional.

La Cancillería no proporcionó detalles sobre la identidad o el número exacto de los excarcelados en Venezuela.

"El Gobierno bolivariano agradece, una vez más, al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero por sus valerosas gestiones en aras del diálogo político, la paz y la reconciliación en Venezuela", añadió el comunicado.

En abril, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, propuso un intercambio de los 252 migrantes por un número equivalente de "presos políticos" en Venezuela, una oferta que fue considerada "moralmente inadmisible" por Caracas.

La detención de los venezolanos en El Salvador se produjo tras la aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros por parte del expresidente estadounidense Donald Trump. Esta ley, que data de 1798, permite la detención o deportación de ciudadanos de naciones consideradas enemigas sin necesidad de audiencia previa.

Familiares de los detenidos han argumentado en múltiples ocasiones que sus seres queridos no eran delincuentes, sino migrantes en busca de oportunidades laborales en Estados Unidos o que se habían entregado en puntos fronterizos.