En un fallo histórico, el expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez ha sido declarado culpable de soborno en actuación penal y manipulación de testigos. La jueza 44 Penal del Circuito de Bogotá, Sandra Liliana Heredia, emitió la decisión tras 67 días de audiencias que concluyeron el 8 de julio de 2025. Este veredicto marca un precedente en la justicia colombiana, siendo la primera vez que un expresidente enfrenta una condena penal.

La jueza determinó que Uribe, a través de emisarios como su abogado Diego Cadena y el político Álvaro Hernán Prada, ofreció beneficios carcelarios al exparamilitar Juan Guillermo Monsalve para que cambiara su testimonio en contra del senador Iván Cepeda. Heredia afirmó que el soborno "quedó acreditado más allá de toda duda" y que Uribe conocía y autorizó el plan para manipular las declaraciones.

El proceso judicial se inició en 2012, cuando Cepeda denunció a Uribe por manipulación de testigos. En 2018, se abrió una investigación contra el expresidente tras hallar indicios de irregularidades. En 2020, Uribe fue puesto bajo arresto domiciliario y renunció a su cargo de senador para ser juzgado por la justicia ordinaria.

La jueza Heredia subrayó que varios testigos fueron incentivados económicamente y que Uribe estaba al tanto de estas maniobras. A pesar de los intentos de la defensa de argumentar que Cadena actuó sin el conocimiento de Uribe, la jueza concluyó que el expresidente estaba involucrado en el delito de soborno.

El fallo ha generado un intenso debate sobre la independencia judicial y el equilibrio de poderes en Colombia, especialmente con las elecciones de 2026 a la vista. Uribe, de 73 años, tiene derecho a apelar la decisión ante el Tribunal Superior de Bogotá, que deberá emitir una sentencia definitiva antes de octubre de 2025, fecha en la que el caso podría prescribir.

Durante la lectura del fallo, se registraron manifestaciones en las afueras del complejo judicial Paloquemao, donde se llevó a cabo la audiencia. La jueza, quien ha sido objeto de críticas por parte de los medios que apoyan a Uribe, reafirmó que "la Justicia no está al servicio de la prensa ni de la política, está al servicio del país". Este veredicto no solo afecta la imagen de Uribe, figura clave en la política colombiana, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro del sistema judicial en el país.