CONDADO DE YOLO, CA. – Familiares y amigos dieron el último adiós a Jesús, Johnny y Joel Ramos, tres hermanos que perdieron la vida en la explosión de fuegos artificiales que sacudió a la comunidad rural de Esparto el pasado 1 de julio.
El trágico incidente cobró siete vidas en total, dejando una herida profunda en la zona. “Destrozada, pues, ya puse a descansar an mis hijos, pero es un dolor inmenso que no se compara a nada”, expresó Marisol Ramos, madre de los jóvenes fallecidos.
El sentimiento fue compartido por Johnny Ramos, el padre, quien añadió: “Desde el momento que les quitaron la vida a ellos, a mí me la quitaron también”.
Inicia la batalla legal
Mientras las familias continúan en duelo, también comienzan a buscar justicia. La investigación oficial sobre la causa del i