El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado un nuevo plan arancelario que entrará en vigor el 7 de agosto, seis días más tarde de lo previsto. Este plan impone un gravamen del 30 % a varios países que no lograron sellar un acuerdo comercial a tiempo, mientras que aquellos que sí lo hicieron recibirán alivios en sus tarifas. La nueva tasa mínima para las naciones con las que Estados Unidos mantiene un déficit comercial se ha fijado en el 15 %.

La Casa Blanca publicó una orden ejecutiva pocas horas antes de que se cumpliera el plazo de negociación establecido en julio. Aproximadamente 40 países, entre ellos Costa Rica, Ecuador, Venezuela y Bolivia, estarán sujetos a este nuevo porcentaje del 15 %. Por otro lado, los países con los que Estados Unidos tiene un saldo positivo verán un arancel del 10 %.

Trump, en un mensaje en Truth Social, afirmó: "HACE UN AÑO ESTADOS UNIDOS ERA UN PAÍS MUERTO, AHORA ES EL MÁS ATRACTIVO DEL MUNDO". La mayoría de los países han visto reducidos sus aranceles en comparación con el listado publicado el 2 de abril, conocido como el 'Día de la Liberación'.

La Unión Europea, que alcanzó un acuerdo comercial con Estados Unidos, tendrá un arancel del 15 % para la mayoría de sus productos. Asimismo, Corea del Sur y el Reino Unido también lograron entendimientos que fijan sus gravámenes en el 15 % y el 10 %, respectivamente.

Sin embargo, no todos los países se beneficiaron de estas reducciones. La República Democrática del Congo, Guinea Ecuatorial y Suiza verán aumentados sus aranceles. Siria, Laos y Birmania enfrentan los aranceles más altos, que superan el 40 %.

Además, Canadá enfrentará un arancel del 35 % debido a la falta de cooperación en la lucha contra el tráfico de drogas, mientras que Brasil recibirá un gravamen adicional del 40 % en respuesta a un juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro.

Trump también anunció una prórroga de 90 días en la aplicación de la mayoría de los aranceles para México, lo que indica que las negociaciones continúan. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que estas medidas buscan restaurar la soberanía económica de Estados Unidos y reducir la dependencia de países extranjeros.