Los demócratas de Texas han decidido abandonar el estado en un intento por bloquear una votación crucial en la Cámara de Representantes estatal. Esta votación, programada para el lunes, se centra en nuevos mapas legislativos que los republicanos esperan que les otorguen más escaños en la Cámara Baja de Estados Unidos para las elecciones intermedias de 2026. La medida drástica de los demócratas podría resultar en multas y sanciones, ya que el fiscal general del estado ha amenazado con arrestos si se lleva a cabo esta acción. Sin embargo, negarse a asistir a la sesión legislativa se considera una infracción civil, lo que significa que no podrían ser encarcelados legalmente, y no está claro quién podría ejecutar las órdenes de arresto.
Los demócratas han calificado su decisión de salir del estado como un último recurso para evitar que los republicanos, que controlan completamente el gobierno de Texas, logren aprobar una redistribución de distritos legislativos a mitad de la década, solicitada por el presidente Donald Trump. Gene Wu, presidente del Caucus Demócrata de la Cámara de Representantes, afirmó: "Esta no es una decisión que tomamos a la ligera, pero es una que hacemos con absoluta claridad moral".
Para que se tomen decisiones oficiales, se requiere la presencia de al menos 100 de los 150 miembros de la Cámara de Representantes de Texas. Actualmente, los demócratas ocupan 62 escaños en esta cámara de mayoría republicana. Al menos 51 miembros demócratas han confirmado su salida del estado, según Josh Rush Nisenson, portavoz del grupo demócrata. "La apatía es complicidad, y no seremos cómplices del silenciamiento de comunidades trabajadoras que han pasado décadas luchando por el poder que Trump quiere robar", expresó Nisenson.
Esta situación marca la segunda vez en cuatro años que los demócratas de Texas optan por abandonar el estado para bloquear una votación. En 2021, se produjo un estancamiento de 38 días cuando los demócratas se trasladaron a Washington, D.C., en oposición a nuevas restricciones al voto. El gobernador republicano Greg Abbott convocó una sesión especial del Congreso, que comenzó el mes pasado, para abordar la redistribución de distritos y responder a las inundaciones en Texas Hill Country, que causaron la muerte de al menos 135 personas.
Trump ha instado a los republicanos de Texas a reorganizar el mapa para ayudar al partido a obtener más escaños en las elecciones del próximo año. Ken Martin, presidente del Partido Demócrata, advirtió que si los republicanos en Texas buscan una confrontación, los demócratas están dispuestos a darles una. "Eso es exactamente lo que hicieron hoy los demócratas de Texas: arruinar la farsa de sesión especial de los republicanos", declaró Martin.
Dustin Burrows, presidente de la Cámara de Representantes de Texas, indicó que la sesión se llevará a cabo según lo previsto el lunes por la tarde. Si no hay quórum, se considerarán todas las opciones. El fiscal general estatal, Ken Paxton, también ha declarado que se deben utilizar todos los recursos disponibles para perseguir a los demócratas que intenten evadir la ley. La oficina de Abbott no ha respondido a las solicitudes de comentarios sobre la situación.