El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado que exigirá un depósito de hasta 15.000 dólares a ciertos solicitantes de visas de turismo. Esta medida se aplicará a personas de países con altos índices de excedencia en la permanencia autorizada. El Departamento de Estado ha publicado una notificación en el Registro Federal sobre el inicio de un programa piloto de 12 meses para los visados B-1/B-2, que son para negocios o placer. Aún no se ha publicado la lista de países afectados.

Según el documento oficial, "los funcionarios consulares podrían requerir a los solicitantes de visas de no inmigrantes que paguen una fianza de hasta 15.000 dólares como condición para la emisión del visado". Se estima que alrededor de 2.000 solicitantes enfrentarán un pago promedio de 10.000 dólares durante este programa. Si logran demostrar que no permanecerán en Estados Unidos, podrían obtener el reembolso total del depósito.

La administración del presidente Donald Trump ha justificado esta medida al señalar que más de 500.000 personas excedieron su permanencia de visa en el año fiscal 2023. El programa tiene como objetivo enviar un mensaje a los países para que tomen acciones que incentiven a sus ciudadanos a cumplir con las leyes de inmigración de Estados Unidos. Además, busca abordar la insuficiente verificación de identidad y antecedentes criminales.

Este nuevo requisito se suma a un aumento en los costos de visados aprobado en julio, que incluye una "tarifa de integridad de visa" de al menos 250 dólares para todos los extranjeros que ingresen al país como visitantes. En 2024, Estados Unidos emitió casi 11 millones de visas de no inmigrante, según cifras del Departamento de Estado. La nueva ley también impone incrementos en otras solicitudes, como la tarifa de 100 dólares para solicitar asilo, que ahora incluye un costo adicional de 100 dólares por cada año que la solicitud esté pendiente.