La cronicidad, la escasez de profesionales, la desigualdad territorial, la fragmentación organizativa hacen preciso repensar el sistema sanitario

En un momento en el que el Estado del Bienestar se enfrenta a desafíos estructurales históricos, el Sistema Nacional de Salud (SNS) sigue siendo uno de los pilares fundamentales y mejor valorados por la ciudadanía. Sin embargo, los reconocimientos no bastan para sostener una estructura que, aunque resistente, muestra claros signos de fatiga. El envejecimiento poblacional , la cronicidad, la escasez de profesionales, la desigualdad territorial, la fragmentación organizativa o la lenta adopción de tecnologías digitales y terapias innovadoras hacen preciso repensar la arquitectura institucional del SNS para preservar su legitimidad y capacidad tr

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