La inteligencia artificial (IA) está dejando de ser una promesa para convertirse en un actor clave en el sector de la ingeniería de software. Las cifras lo respaldan. Estimaciones basadas en datos de GitHub indican que, para finales de 2024, la IA generativa ya había escrito alrededor del 30% del código en Python en Estados Unidos, lo que se traduce en un impacto económico potencial de hasta $96,000 millones de dólares anuales.
En el desarrollo de software moderno, la velocidad de entrega y la capacidad de adaptarse al cambio ya no son ventajas competitivas: son requisitos mínimos para seguir en el mercado . La presión por reducir plazos, integrar nuevas tecnologías y gestionar la deuda técnica ha llevado a que muchas empresas busquen soluciones que automaticen tareas sin perder