CNN —

Los funcionarios estadounidenses que se apresuraron este fin de semana a identificar y asegurar un lugar para la cumbre de este viernes entre el presidente Donald Trump y su homólogo de Rusia, Vladimir Putin, descubrieron rápidamente un gran problema: el verano es la temporada alta de turismo en Alaska y las opciones disponibles y equipadas para albergar a los dos líderes mundiales eran severamente limitadas.

Cuando a ciertos prominentes habitantes de Alaska les llegó la noticia de la visita de Trump y Putin, algunos comenzaron a contactar a los aliados del presidente con una propuesta: ¿podría su casa ser una opción? No está claro si esas ofertas llegaron a los funcionarios de la Casa Blanca, quienes estaban llamando a sitios en Juneau, la capital del estado, así como en Anchora

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