
BEIRUT (AP) — El presidente de Líbano dijo el miércoles a un alto funcionario de seguridad iraní que Beirut rechaza cualquier intervención extranjera en sus asuntos internos y desea que el país permanezca estable y seguro para el bienestar de su pueblo.
Ali Larijani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, es el funcionario iraní de más alto rango en visitar Beirut desde que el gobierno libanés votó la semana pasada a favor de un plan respaldado por Estados Unidos para desarmar, antes de fin de año, al grupo Hezbollah, apoyado por Irán, e implementar un alto el fuego con Israel.
Irán ha criticado duramente el plan, mientras que Hezbollah se niega a reconocerlo y ha prometido no desarmarse. La comunidad internacional ha presionado al país mediterráneo para que el grupo político-militar deponga las armas tras una devastadora guerra con Israel que terminó en noviembre con un alto el fuego mediado por Estados Unidos.
“Líbano desea cooperar con Irán dentro del marco de soberanía y amistad basados en el respeto mutuo”, afirmó el presidente Joseph Aoun en declaraciones difundidas por su oficina tras reunirse con Larijani. También expresó que las relaciones entre ambos países deben ser con todo el pueblo de Líbano y no solo con una secta religiosa, criticando comentarios recientes hechos por funcionarios iraníes.
Tras reunirse con el presidente del Parlamento, Nabih Berri, Larijani dijo a los periodistas que su país no interfiere en los asuntos internos de Líbano, y acusó a Estados Unidos de “ordenar” al gobierno libanés que implemente “un plan extranjero”.
El alto funcionario iraní también manifestó que su país rechaza el plan y que cualquier propuesta para desarmar a Hezbollah debería ser parte de un diálogo interno entre el gobierno y el grupo respaldado por Irán. Hizo un llamado al pueblo libanés para preservar “la resistencia”, diciendo que Irán apoyará a Líbano en caso de cualquier escalada israelí y si Líbano solicita su ayuda.
En el Aeropuerto Internacional Rafik Hariri en Beirut, cientos de simpatizantes de Hezbollah recibieron a Larijani mientras coreaban “muerte a Estados Unidos” y ondeaban banderas iraníes y los estandartes amarillos del grupo, en una muestra de apoyo a Teherán.
En las últimas cuatro décadas, Irán ha financiado y armado a Hezbollah con miles de millones de dólares, convirtiéndolo en el representante más fuerte de Teherán en la región. Las cosas cambiaron recientemente y Hezbollah se ha visto severamente debilitado por la guerra de 14 meses con Israel, en la que murieron muchos de los líderes políticos y militares del grupo.
En la guerra también fallecieron más de 4.000 personas en Líbano, más de un millón fueron desplazadas, y ocurrió una destrucción por alrededor de 11.000 millones de dólares, según el Banco Mundial.
La semana pasada, Ali Akbar Velayati, asesor del líder supremo de Irán, dijo que Teherán se opone a desarmar a Hezbollah, lo que provocó una dura respuesta del ministro de Relaciones Exteriores de Líbano, Youssef Raggi, quien afirmó que ello “representa una flagrante e inaceptable interferencia en los asuntos internos de Líbano”.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.