En política, las palabras no son meros sonidos que se pierden en el viento: son proyectiles que rebotan en la historia y que, según quién las pronuncie, pueden detonar cambios profundos. Gustavo Petro lo sabe. Por eso, cuando decidió escribir en redes sociales que “Colombia y Venezuela son el mismo pueblo, la misma bandera, la misma historia. Cualquier operación militar que no tenga aprobación de los países hermanos es una agresión contra Latinoamérica y el Caribe… Libertad o muerte, gritó Bolívar, y el pueblo se sublevó”, no estaba improvisando. Su mensaje, emitido “como comandante de las fuerzas armadas de Colombia”, combina carga histórica, advertencia geopolítica y proyección de liderazgo regional. Pero también abre interrogantes sobre la distancia que hay entre la retórica y la real

See Full Page