Mientras Washington esperaba con cautela, la Casa Blanca prometió un aumento de tropas de la Guardia Nacional y agentes federales en las calles de la capital del país las 24 horas del día esta semana después del anuncio sin precedentes del presidente Donald Trump de que su administración se haría cargo del departamento de policía de la ciudad durante al menos un mes.

El alcalde demócrata de la ciudad se movió por la cuerda floja política, refiriéndose en un momento a la toma de posesión como un «impulso autoritario» y posteriormente presentando la incorporación de agentes como un impulso a la seguridad pública, aunque con pocos indicadores específicos de éxito. El presidente republicano ha afirmado que la delincuencia en la ciudad se encontraba en niveles de

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