Los Ángeles (EE.UU.), (EFE).- “Aquí estamos y no nos vamos” es el mensaje de resistencia que organizaciones comunitarias, laborales y religiosas de Los Ángeles enviaron al Gobierno del presidente Donald Trump, que ha continuado con las redadas migratorias en la zona, pese a la orden de una jueza que prohibió los arrestos indiscriminados.
Defensores de los inmigrantes realizaron una jornada de paro comunitario con más de media docena de eventos todo el día para decirle a la Casa Blanca que no han logrado “intimidar” a la comunidad tras más de dos meses de operativos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
“Fracasaron en su misión de aterrorizarnos”, dijo en una conferencia de prensa la directora del Centro de Recursos Centroamericanos (Carecen), Martha Arévalo.
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