Con el Canal de Panamá de nuevo en el punto de mira de Washington, dos países vecinos están aprovechando su momento. Para Panamá y Colombia, la rivalidad global no es solo un riesgo: es una palanca, una oportunidad para reconstruir la logística, replantear la diplomacia y escribir sus propias reglas de juego.

Un canal bajo presión, y lleno de potencial

El canal de Panamá siempre ha atraído una atención desproporcionada. Pero cuando Donald Trump prometió “recuperarlo” durante un discurso de campaña, la retórica resonó más fuerte de lo habitual. Ciudad de Panamá se llenó de visitas de alto nivel, gestiones de cabildeo y maniobras diplomáticas: ansiosas en apariencia, pero estratégicas en el fondo. Para los líderes de la Autoridad del Canal, la atención de EE. UU. no es una amenaza, sino un

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