En un hecho que ha generado profunda indignación, la justicia avanza en un caso de abuso en cárcel que involucra a dos guardias del Inpec.

Se trata de Cristian Camilo y Diego, quienes fueron presuntamente identificados por pruebas de ADN como los responsables del abuso sexual a una reclusa que, producto de la agresión, quedó embarazada.

La víctima, identificada como Andrea, fue trasladada de penal de manera urgente. La solicitud fue hecha por su defensa a la entonces ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, para evitar que siguiera bajo la custodia del Inpec.

El objetivo era proteger su vida e integridad ante el inminente riesgo de revictimización. La defensa de la víctima señaló la gravedad de permitir que la mujer continuara en las mismas instalaciones.

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