Casi 8 millones de bolivianos, incluidos los que residen en el extranjero, asistirán hoy a las urnas para elegir un nuevo presidente y vicepresidente, así como a los 26 senadores y 130 diputados del vecino país. El expresidente Evo Morales, la figura política dominante en Bolivia durante las últimas décadas, no puede presentarse a las elecciones y ha pedido al electorado que boicotee los comicios con el voto nulo, pero las encuestas sugieren que su influencia está decayendo.
El Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia, el partido del expresidente indígena que ha gobernado casi ininterrumpidamente desde 2006, se presenta a las elecciones como una fuerza política débil y fragmentada, con un apoyo electoral en declive en medio de una crisis de abastecimiento de combustible y la peor crisis