La violencia contra las mujeres sigue siendo una herida abierta en Colombia. Un fenómeno estructural que atraviesa generaciones, contextos socioeconómicos, espacios privados y públicos.
Se trata de un problema profundo que adopta distintas formas, desde golpes y agresiones sexuales, hasta humillaciones, amenazas, control económico o abandono. Todas ellas dejan huellas que marcan de por vida y que, muchas veces, permanecen ocultas por el miedo o la indiferencia.
En ciudades como Cali, la situación es alarmante, según datos revelados por la Personería Distrital en la capital del Valle del Cauca, entre marzo de 2024 y febrero de 2025, se reportaron 7702 declaraciones de víctimas, de las cuales 4780 correspondieron a mujeres.
El 88 % de casos de violencia intrafamiliar en Cali, registrado