Andres Oppenheimer
Las cifras son escalofriantes: más de 100,000 personas se han presentado como candidatas para 10,000 nuevos empleos de la agencia ICE para capturar inmigrantes indocumentados.
Esto no tendría nada de malo si los nuevos agentes estuvieran exclusivamente dedicados a deportar a criminales sin papeles migratorios, pero todo apunta a que tendrán una misión mucho más preocupante.
Varias organizaciones civiles temen que esta fuerza ampliada del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) no será un cuerpo bien entrenado y debidamente supervisado, centrado en arrestar a delincuentes extranjeros.
En cambio, temen que se convertirá en una fuerza cuasiparamilitar de agentes encapuchados, mal preparados, que perseguirán principalmente a trabajadores agrícolas, niñeras y e