Resulta que hacer campaña prometiendo convertir Estados Unidos en el país de las maravillas no es lo mismo que gobernar en la vida real. Mientras que enfrentar al status quo y ofrecer ciertas mejoras a las mayorías, cansadas del establishment, si funciona.
Por Lux Fer
Según la última encuesta del Instituto Siena, el presidente Donald Trump está demostrando que su legendario «toque de oro», se ha transformado mágicamente en un toque de plomo, cuando se trata de cumplir sus promesas más básicas y su popularidad se desploma en caída libre.
Haciendo todo lo contrario
Los neoyorquinos, esos ciudadanos tan difíciles de complacer, tienen la audacia de esperar que un presidente realmente haga que sus vidas mejoren. Pero Trump parece hacer precisamente lo opuesto: en lugar de hacer más asequibl