De la consigna populista de que “el pueblo pone y el pueblo quita”, Salomón Jara ha pasado a maniobrar con urgencia en el Congreso local para blindarse de un eventual ejercicio ciudadano de revocación de mandato. Lo que antes presentó como un derecho popular, hoy pretende reducirlo a un trámite imposible, disfrazado de “reforma democrática”.

La iniciativa impulsada por Benjamín Viveros, sobrino del gobernador y presidente de la Jucopo, busca aumentar el porcentaje de participación ciudadana requerido para que la revocación de mandato sea vinculante. Bajo el argumento de dar mayor “certidumbre”, en realidad la propuesta busca que los oaxaqueños nunca puedan juntar los votos necesarios para destituir a su mandatario.

El absurdo es mayúsculo: se quiere fijar como requisito una cifra de part

See Full Page