Antes de hablar de expropiaciones, conviene recordar quién es César Gaviria, el expresidente que hoy levanta esa bandera del miedo. Gobernó entre 1990 y 1994 bajo el lema “Bienvenidos al futuro”. Su “futuro” fue la apertura económica que destruyó miles de empresas nacionales, quebró a pequeños productores y profundizó la desigualdad. Fue también el tiempo del terrorismo, del narcotráfico, de la entrega pactada de capos y de una Constitución de 1991 que prometió derechos, pero dejó muchos en letra muerta. Tras dejar la Casa de Nariño, Gaviria convirtió al Partido Liberal en su feudo personal, imponiendo candidatos y negociando cuotas de poder como un cacique electoral.
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No es un detalle menor: cuando Gaviria habla de “expropiaciones indirectas”, lo hace desde la voz de una élit