“No he sido instrumento del señor general Plutarco Elías Calles; es inexacto que yo, como Presidente de la República, haya sido dominado por nadie. Sin embargo, reconociendo una vasta experiencia en el señor general Calles, no tuve empacho en consultarlo cada vez que estimaba conveniente hacerlo, posponiendo así mi amor propio a los intereses de la Nación”.
¡Nada de zigzaguear! Dijo Obrador en marzo de 2024; era el aniversario de la expropiación petrolera y preparaba la sucesión presidencial. En la parábola de aquel día, el Mesías recordó a Cárdenas y la decisión de entregar el poder a Manuel Ávila Camacho y no al radical Mujica. Ocho décadas después, el tabasqueño afirmó que su apoyo sería para el que mejor encarnara la supuesta transformación. La intención era distinta.
A la muerte de