El gobierno de Javier Milei atraviesa su peor momento y cada día que pasa su debilidad se pronuncia y queda más expuesta. A nadie que lo haya conocido en sus tiempos de panelista mediático puede sorprenderle su patética tendencia a involucrarse en negocios oscuros ni su voracidad recaudatoria, alentada con tesón por su hermana Karina . Este es el mismo Milei que afirmaba públicamente que confiaba más en la mafia que en la política, el que asesoraba a grupos dedicados a actividades delictivas para invertir sus ganancias, el que justificaba la venta de niños o de órganos. No por casualidad siempre reconoció a Murray Rothbard como su principal influencia teórica, quien en su libro “Ética de la Libertad” sostuvo que el soborno “cumple una función social importante en varios lugares del
La “albertización” del Javier Milei

134