CDMX.- El conde Drácula, vampiro de Transilvania, le indicó a su primogénito: «Ahí no, hijo. Lo que se chupa es el cuello». Pancho el Mexicano ingresó al batallón de paracaidistas de la Legión Extranjera. Al hacer el primer salto no se le abrió el paracaídas. En caída vertiginosa les gritó a sus compañeros: «¡Güey el que llegue al último!». (Durante la Segunda Guerra los paratroopers norteamericanos llamaban con trágica ironía roman candle al hecho de que a alguno le fallara el paracaídas. Roman candle es un juego pirotécnico que estalla en luces de todos los colores). «Ay, qué mancha tan negra es la pobreza». La desolada frase de la canción vernácula contiene una filosófica verdad: el pobre sufre penas que los ricos no conocen. Aun así, la pobreza es exaltada como virtud por algunas relig
De política y cosas peores

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