São Paulo, 3 sep (EFE).- La industria minera de Brasil, con un importante peso en las exportaciones del país, se debate entre el impulso de iniciativas “verdes” en el sector y proyectos de ley que podrían acercarla más al colapso ambiental que a un papel activo en la transición energética.
Ante el auge exponencial de la demanda global y la creciente concentración de la producción mineral en manos de unos pocos, Brasil busca abrir el tablero y consolidarse como un proveedor estratégico a escala mundial.
Y tiene con qué. Las cadenas de suministro globales de varios de los minerales considerados críticos para la transición verde están fuertemente concentrados en el país suramericano, especialmente en el caso del niobio, pues el país produce más del 90 % de su suministro mundial.
Sin embarg