No fueron asambleas en fábricas o en universidades las que forjaron su experiencia, en medio de acalorados debates enfrentando, ideológica y argumentativamente, a otros dirigentes. Tampoco fueron interminables campañas electorales las que cimentaron su formación, a partir del diálogo y el contacto directo con sus votantes. Nada de eso: la carrera política de Javier Milei se construyó en estudios de televisión . Pero a pesar de que su figura es fruto de un ensayo más mediático que político, desde el día que asumió su gobierno, Milei solo se preocupó por acrecentar su encono contra los periodistas.

De esa forma tan curiosa, el anarcocapitalista que pregona la libertad, terminó siendo el que más la cercena. Milei se convirtió esta semana en el primer presidente desde el regreso de la democ

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