Una marea de banderas palestinas recibía este domingo en Madrid a los ciclistas de la Vuelta a España, cuya última etapa tuvo que ser cancelada después de que el recorrido se viera invadido por manifestantes que protestaban por la ofensiva de Israel en Gaza y por la participación de un equipo de este país en la carrera.
Las protestas se venían sucediendo desde hacía semanas en las distintas ciudades y pueblos a los que llegaba la Vuelta, donde los gritos de “Palestina libre” y “genocidio” se mezclaban con los aplausos a los ciclistas.
La cancelación de la última etapa de la carrera generó una polémica partidista en España, en parte por las declaraciones del presidente del gobierno, Pedro Sánchez quien, antes de que la carrera llegara a Madrid y se desbordara el recorrido, expresó su “adm