En Cedros, en el extremo sur de Trinidad, los pescadores se lanzan a aguas patrulladas por buques de guerra estadounidenses, cañoneras venezolanas y lanchas piratas. Sus historias revelan una apuesta diaria en la que la supervivencia depende del valor, la suerte y una lealtad obstinada al mar.

Una costa en tensión

De Bonasse a Fullarton, la pesca ha sido durante mucho tiempo tanto despensa como sustento. Hoy, se siente más como atravesar una emboscada. Buques de la Marina de EE. UU. ahora rondan las rutas del Caribe en misiones antinarcóticos, mientras que la Guardia Nacional de Venezuela afirma su control más cerca de las fronteras marítimas. En medio, acechan los piratas.

“Cada vez que salimos, no sabemos si regresaremos”, dijo Raeish Ramdass, recordando cómo hombres enmascarados se l

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