
Los secretarios generales de la UEFA se reúnen a partir del jueves en Marbella para trazar el futuro que seguirán en conjunto las 55 federaciones miembro. Una cumbre en la que, aunque no les corresponde tratarlo, aparece de fondo el asunto de Israel. Cada vez son más las presiones que se están recibiendo para acometer sanciones contra la federación hebrea y parece inevitable que, aunque no se tomen decisiones sobre posibles sanciones –puesto que no son competencias de la reunión de secretarios generales– sí que se adopte una postura al respecto.
Rafael Louzán , como anfitrión, será el encargado de inaugurar la junta que reunirá a los máximos mandatarios de las federaciones que se integran en la UEFA. En la cumbre de este jueves se pondrán en común los aspectos que atañen a los integrantes de la organización que rige el fútbol continental y se tomarán decisiones en lo que respecta a sus competencias. No se puede descartar que tomen una misma postura respecto a Israel, pero lo que sí que está totalmente descartado es que se decidan sanciones contra la federación y sus clubes.
Esto último no corresponde a los secretarios generales, sino que es algo que debería decidir el Comité Ejecutivo de la UEFA aunque en estas reuniones se hace el trabajo ‘sucio’. Las presiones en los últimos días han ido en aumento, sobre todo después de que la ONU pidiera la expulsión de Israel de las competiciones UEFA y FIFA, a través de un grupo de relatores, que mandaron una declaración institucional a ambos entes.
«Existe un imperativo legal y moral de tomar todas las medidas posibles para poner fin al genocidio en Gaza ya» , explicaban en el comunicado. Incidían en que las dos organizaciones debían suspender al equipo israelí por su «violación masiva de los derechos humanos» y que se les debía aplicar el mismo castigo que a otros equipos nacionales en el pasado, como sucedió con Rusia o con Sudáfrica durante el apartheid.
Esta petición se puede tratar en la reunión de secretarios generales de la UEFA, en la que debería estar también el de Israel, como miembro de pleno derecho, al ser una de las 55 federaciones integrantes. Sin embargo, sólo para que el organismo europeo tome una posición conjunta, pero nunca para expulsarles de las competiciones, puesto que esto corresponde hacerlo al Comité Ejecutivo, que no es el que se da cita este miércoles en Marbella.
Las presiones contra Israel llegan a UEFA
En las últimas semanas, el cerco se ha ido estrechando sobre la participación de Israel en las competiciones internacionales. Comenzó con el boicot a la Vuelta a España, que se saldó con la cancelación de la última etapa cuando se aproximaba a su final. Todo, debido a la presencia del Israel-Premier Tech , al que no se expulsó puesto que no había un veto consensuado de las diversas organizaciones deportivas. De hecho, días después, el Comité Olímpico Internacional se negó a hacerlo al considerar que «no violaba la Carta Olímpica».
Pese a que el COI se negó a sancionar a Israel, a sus federaciones y a los equipos que le representan y que compiten bajo su bandera, la ONU ha ido más allá. Después de que varios países hayan reconocido a Palestina como Estado en la Asamblea General celebrada en Nueva York, han aumentado las peticiones de veto a Israel a nivel deportivo. Algo escenificado por los expertos que han mandado cartas a FIFA y UEFA solicitando su expulsión.
A partir de ahí, UEFA debe comenzar a valorar las diversas opciones y, aunque no corresponda tomar una decisión sobre las sanciones en la reunión de secretarios generales que se celebra en Marbella, lo que parece evidente es que deberán tratar el tema para, como mínimo, tomar una postura general al respecto. Por si fuera poco, cuentan con diversos colaboradores, como Qatar, que aparece como mediador en el conflicto para intentar poner fin a la guerra en Gaza y que estaría presionando para que se tomen acciones contra Israel.