El presidente de Estados Unidos ha mostrado esta semana en Naciones Unidas su lado más proucraniano desde que llegó a la Casa Blanca, pero está por ver si realmente está abandonando su entente estable con el presidente ruso Vladímir Putin
Trump dice ahora que Ucrania está “en condiciones” de recuperar los territorios ocupados por Rusia y “quizá ir incluso más allá”
“Ucrania puede recuperar los territorios ocupados por Rusia... e incluso ir más allá”, decía Donald Trump esta semana en Naciones Unidas tras reunirse con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. El comentario, en Truth Social, confiando en la capacidad de respuesta de las tropas de Kiev a la ofensiva rusa, gracias a las armas que la OTAN compra a EEUU, según repite una y otra vez el presidente estadounidense, transmite una empatía con Kiev desconocida hasta el momento, que es poco compatible con la entente estable que ha cultivado con el presidente ruso, Vladímir Putin.
Hace apenas siete meses, Trump insultó a Zelenski en la Casa Blanca y le pidió dejar de defenderse: es decir, aceptar la paz por territorios que le ofrecía Rusia, sin siquiera tener unas garantías de seguridad claras por parte de Washington.
Por el camino, tanto la OTAN como la UE han ido aceptando los chantajes de Trump por miedo a quedarse solos en la defensa de Ucrania, y los miembros de la Alianza Atlántica han aceptado comprar armas a EEUU para ayudar a Kiev, al tiempo que la UE se ha tragado los aranceles del 15% impuestos por Washington.
Y esto ha influido en el cambio de la relación de Trump con la guerra en Ucrania. “EEUU hará negocio con ello”, dijo en junio en la cumbre de la OTAN en La Haya.
Así, su confianza en la reconquista de Ucrania tiene mucho que ver con alardear del potencial militar estadounidense y con el dinero que piensa ingresar por el camino, también con la futura reconstrucción de Ucrania de acuerdo con los acuerdos sellados con Kiev en relación con las tierras raras.
Además, hace más de un mes que se celebró la cumbre de Alaska entre Trump y Putin, sin haberse producido ningún avance en el ámbito diplomático, si bien en el militar la ofensiva rusa se ha recrudecido.
¿Qué hay detrás de las palabras de Trump?
“Tras conocer y comprender plenamente la situación militar y económica entre Ucrania y Rusia, y tras observar los problemas económicos que le está causando (a Rusia), creo que Ucrania, con el apoyo de la Unión Europea, está en condiciones de luchar y recuperar toda su forma original”, expresó Trump.
Como ocurre con buena parte de las declaraciones de Trump, resulta difícil adivinar qué piensa realmente. Como líder que, entre otras cosas, se caracteriza por ser voluble, también es imposible asegurar que no volverá a cambiar de postura, y tampoco está claro si sus palabras se traducirán en una modificación de la política estadounidense.
Pero hay quienes sospechan de que este aparente giro retórico abrupto pueda ser una señal de que el presidente de EEUU está preparándose para desvincularse de Ucrania y dejar a Europa más sola en su apoyo al país invadido por Rusia.
Es lo que, sin rodeos, sostiene el propio Donald Tusk, primer ministro de Polonia, quien ha advertido contra la posibilidad de hacerse “ilusiones” sobre la postura del mandatario de EEUU. “El presidente Trump afirmó que Ucrania, con el apoyo de la Unión Europea, podría recuperar todo su territorio”, escribió este jueves Tusk en la red social X. “Detrás de este sorprendente optimismo se esconde la promesa de una menor implicación de Estados Unidos y un traspaso de la responsabilidad de poner fin a la guerra a Europa. Mejor la verdad que las ilusiones”.
Muchas voces expertas también han argumentado en los últimos días que Trump parece estar indicando que está dispuesto a lavarse las manos después de sus intentos fallidos de negociar un acuerdo de paz rápido. Uno de ellos es Rafael Loss, investigador del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), que no cree que el presidente de EEUU haya cambiado su postura respecto a Ucrania. Más bien, lo que ve es “un esfuerzo constante” por parte de Trump por trasladar a los europeos la responsabilidad de ayudar a Ucrania “frente a la agresión continua de Rusia”.
“Así es como interpreto tanto su sugerencia de que los miembros europeos de la OTAN derriben los drones y aviones rusos cuando violen el espacio aéreo aliado, sin aclarar si les respaldaría en ello, como su declaración de que los europeos —y no los europeos y Estados Unidos— podrían facilitar el restablecimiento de las fronteras internacionalmente reconocidas de Ucrania proporcionando más apoyo, lo que a su vez implica que los europeos son los culpables si esto no se lleva a cabo”, dice el analista. “También encaja con el patrón de Trump de pedir a la UE que imponga aranceles a China e India, al tiempo que intenta asegurar acuerdos comerciales para Estados Unidos con ambos países”.
"Se trata de otro ajuste táctico destinado a allanar el camino para una eventual salida o congelación del papel de mediador de Trump”
Neil Melvin, director de Seguridad Internacional del think tank RUSI, considera que, aunque los comentarios sugieren que la comprensión de la guerra ha cambiado –lo cual cree que puede ser un “éxito” de la diplomacia ucraniana y europea– y también parece que Trump está “claramente frustrado” con Putin, el líder de EEUU mantiene una ambigüedad estratégica en torno al conflicto, “animando a Ucrania sin comprometer el apoyo de Estados Unidos”. “Así que el discurso en torno a lo que dice ha cambiado, pero sigue pareciendo que se trata de distanciar a Estados Unidos del liderazgo en el conflicto. Lo está volviendo a poner en manos de Europa todo el tiempo”, dice en declaraciones a la agencia Reuters.
Balazs Jarabik, del think tank R. Politik, tampoco piensa que las declaraciones sean un cambio de política, sino más bien “otro ajuste táctico destinado a allanar el camino para una eventual salida o congelación del papel de mediador de Trump” entre Kiev y Moscú. De momento, no lo interpreta como una salida, sino como un distanciamiento de lo que la narrativa trumpista caracteriza como la “guerra de Biden”, mientras mantiene viva la ambición de una “paz de Trump”. El experto señala que la asistencia militar estadounidense continúa, pero la presión se desplaza hacia Europa.
“La Administración estadounidense busca poner fin a la guerra, pero sus propuestas no satisfacen los objetivos de Moscú. Desde la perspectiva de Rusia, ningún otro escenario (el Ártico, etc.) supera la importancia de Ucrania, algo que Washington todavía no parece comprender del todo”, dice Jarabik en X. A su juicio, el presidente de EEUU está maniobrando “entre evitar su propio ‘Afganistán’ (un posible colapso de Ucrania) y dar forma a una nueva política hacia Rusia teniendo en cuenta a China”. En este sentido, recuerda que el apoyo a Kiev es impopular entre la base MAGA, y “una salida sería muy bien recibida desde su perspectiva”.
“Kiev y la ‘coalición de voluntarios’ han redoblado y aumentado su apoyo, que es lo que quería Washington (que Europa se ocupara de su seguridad). Trump puede decir ‘bien hecho, buena suerte con la guerra’, invocando a la OTAN —’ellos, no nosotros’— para distanciarse de una participación directa”, agrega. Según su análisis, la señal de que la alianza militar seguirá respaldando a Ucrania “también presiona al presidente ruso para que negocie en términos menos favorables para Rusia”.
“Rusia es un auténtico oso”
Sin embargo, el experto ve poco probable que Putin, que se mantiene fiel a sus demandas maximalistas, acepte, lo que significa, en su opinión, que la guerra “se intensificará aún más hasta su conclusión”. Así lo deslizó el propio Kremlin cuando replicó a la comparación de Moscú con un “tigre de papel” por parte de Trump. “En general a Rusia se le asocia con un oso. No hay osos de papel y Rusia es un auténtico oso”, dijo el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, en una entrevista con la emisora RBC.
Moscú rechazó las tesis de Trump argumentando, entre otras cosas, que la economía rusa está estable. El Kremlin sugirió que el líder de EEUU estaba equivocado y que parece que ha sido influenciado por Volodímir Zelenski. No obstante, en público, la presidencia rusa sigue mostrando su confianza en que Trump está “comprometido a trabajar para lograr la paz” y el pasado miércoles, los jefes de la diplomacia de Moscú y Washington, Serguéi Lavrov y Marco Rubio, se reunieron en Nueva York al margen de la Asamblea General de Naciones Unidas.