Sin duda la propuesta del presidente estadounidense Donald Trump para “poner fin a la muerte y la destrucción que hemos presenciado durante años e incluso décadas, e iniciar un nuevo capítulo de seguridad, paz y prosperidad no solo para Gaza sino para toda la región", como él mismo explicó, es la más ambiciosa y realista de los últimos años.

Tanto el mandatario norteamericano, como el primer ministro Benjamín Netanyahu y los líderes de varios países, especialmente los árabes -a quienes anticipadamente se les presentó la iniciativa- son conscientes de la complejidad que entraña viabilizar el plan, por los múltiples retos que entraña y que van más allá de que el movimiento extremista palestino, Hamás, lo acepte, tal cual lo acaba de hacer Israel.

Sin embargo, el compromiso adquirido por N

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