La gestión del Ayuntamiento de Torrelavega, liderado por el PRC-PSOE con Javier López Estrada al frente, vuelve a estar en entredicho. La última polémica se ha desatado en el proceso selectivo para cubrir nueve plazas de bombero correspondientes a la Oferta de Empleo Público (OEP) 2017-2021 , que ha acumulado años de retraso y errores.

El Tribunal de Valoración del proceso ha decidido anular la segunda parte del tercer ejercicio , relativa a las maniobras físicas , al considerar que no se realizó en condiciones de igualdad para todos los aspirantes . Como consecuencia, todos los opositores que se presentaron el pasado 21 de febrero deberán repetir la prueba el próximo 31 de octubre , divididos en dos turnos, según el anuncio publicado el 22 de octubre por el Ayuntamiento.

Este hecho no solo retrasa aún más el procedimiento, sino que pone en evidencia la falta de rigor y planificación en una convocatoria que debería haberse resuelto hace años.

OEP 2017-2021: una convocatoria con fecha caducada

Estamos hablando de plazas pendientes desde hace más de seis años , arrastradas desde una OEP que comprende el periodo 2017-2021. Esta convocatoria llega tarde, mal y arrastrando consecuencias que afectan directamente a los aspirantes y a los servicios públicos.

La decisión de repetir el ejercicio ha sido provocada por los propios aspirantes , quienes, ante la evidente desigualdad, se han visto obligados a presentar reclamaciones y recursos . Una situación que, de haberse gestionado con la diligencia debida, se habría evitado . Pero no. Otro ejemplo de cómo la inacción y la improvisación administrativa generan frustración, desgaste e incertidumbre.

Policía Local: otro proceso empantanado

Y la cosa no acaba ahí. A este cúmulo de despropósitos hay que sumar el estancamiento en la oposición para cubrir plazas de Policía Local . Una oposición que lleva paralizada más de un año , con una lista provisional de admitidos aún sin resolver , a pesar de tratarse de plazas acumuladas de las OEP 2020, 2021, 2022 y 2023 .

Lo más grave es que el retraso pone en riesgo la incorporación de los nuevos agentes al último curso de formación antes de la convocatoria conjunta , algo clave para reforzar una plantilla ya mermada por las jubilaciones de 2024 y 2025 . Pero el Ayuntamiento ni avanza, ni informa, ni gestiona .

Un síntoma más del desastre organizativo

Este episodio con la oposición de bomberos no es un caso aislado. Es el reflejo de una gestión municipal torpe, lenta y descoordinada , donde lo urgente se posterga, lo importante se ignora y lo esencial se gestiona con negligencia.

La credibilidad del Ayuntamiento como empleador público está en entredicho. La falta de planificación, la dejadez en los plazos y la improvisación constante hacen que las oposiciones se conviertan en carreras de obstáculos , donde los perjudicados siempre son los aspirantes y, en consecuencia, la ciudadanía , que ve cómo servicios clave como el de bomberos o policía se ven limitados por falta de personal .

¿Dónde está la responsabilidad política?

El PRC y el PSOE no pueden seguir escudándose en tecnicismos o echando balones fuera. Las responsabilidades políticas son claras : una gestión que no cumple los plazos, que no garantiza la igualdad de condiciones en las pruebas y que colapsa servicios básicos como seguridad y emergencias no puede permitirse más excusas .

El propio Ayuntamiento reconoce en su anuncio que se ha tenido que repetir la prueba por reclamaciones de los aspirantes , lo que confirma que la desigualdad fue evidente y no una percepción subjetiva .

Mientras el equipo de Gobierno sigue centrado en medidas estéticas y propaganda, los servicios esenciales se deterioran , los procesos de selección se eternizan y la plantilla municipal envejece sin relevo .

Todo esto es responsabilidad directa del equipo de Gobierno actual. Porque cuando se tarda más de seis años en cubrir nueve plazas de bomberos, y más de tres en desbloquear una oposición de policía, no estamos ante un problema técnico, sino político . Y la ciudadanía merece algo mejor.