El Gobierno de Venezuela ha denunciado un presunto ataque de "falsa bandera" que se estaría gestando desde Trinidad y Tobago. Este anuncio fue realizado el lunes 27 de octubre por el canciller Yván Gil, quien instó a la primera ministra trinitense, Kamla Persad-Bissessar, a asumir su responsabilidad ante la comunidad caribeña. Gil afirmó que la operación, supuestamente orquestada por la CIA, tiene como objetivo atacar un buque militar estadounidense en la isla y luego culpar a Venezuela para justificar una agresión. "Es el mismo guión imperial del barco Maine y del Golfo de Tonkin", señaló, aludiendo a incidentes históricos utilizados para justificar conflictos. El canciller también mencionó que en Venezuela se está desmantelando una célula criminal vinculada a esta operación encubierta. "Esperamos que Trinidad y Tobago actúe con firmeza y no permita que su territorio sea utilizado para maniobras que amenazan la paz del Caribe", agregó. Además, el Gobierno venezolano ha expresado su respeto por el pueblo de Trinidad y Tobago, confiando en su capacidad para evitar que su país se involucre en un conflicto. Gil enfatizó que Venezuela no caerá en provocaciones, pero defenderá su soberanía sin titubeos. Por su parte, la administración de Nicolás Maduro había denunciado previamente que el ataque podría llevarse a cabo desde aguas limítrofes o incluso desde el propio territorio trinitense. En este contexto, se mencionó la captura de un grupo mercenario con supuesta información de la CIA sobre la agresión. Los ejercicios militares de Estados Unidos en Trinidad y Tobago, programados del 26 al 30 de octubre, han sido calificados por Venezuela como una provocación hostil. El destructor USS Gravely ha llegado a la isla para participar en estas maniobras, lo que ha aumentado las tensiones en la región, dado que Trinidad se encuentra a solo 11 kilómetros de la costa venezolana. El Gobierno venezolano ha instado a la primera ministra a decidir entre la paz y los intereses de la CIA, advirtiendo que su elección tendrá repercusiones significativas para el futuro de la región caribeña.