Cuarenta años después de hacerse conocido como El Ángel del Rock , Laureano Brizuela está de regreso: más viejo, más sabio y más desafiante que nunca. Su nuevo álbum de estudio, Espíritu Profundo , lo une al ícono del rock mexicano Álex Lora y reivindica lo que él llama “el triángulo sagrado” de la música —melodía, armonía y ritmo— en un mundo que con demasiada frecuencia confunde el ruido con el arte.

De vuelta al estudio, de vuelta a los primeros principios

Para Brizuela, la decisión llegó como una melodía que no podía sacarse de la cabeza. “En enero decidí volver a grabar después de muchos años,” contó a EFE, “y después de mucho disgusto al ver lo desorientada que se había vuelto la industria discográfica.”

El artista nacido en Argentina, cuyos himnos de los años 80 resonaron en

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