En medio de un clima político tenso y con fuerte resistencia sindical, el Gobierno argentino avanza con un proyecto de reforma laboral que busca modificar pilares históricos del sistema de empleo. Entre los puntos más controvertidos se destacan la reducción del poder de negociación colectiva , la flexibilización de convenios y la implementación de un sistema de “salario dinámico” basado en el mérito individual.

La iniciativa, que forma parte de un paquete más amplio de reformas estructurales, apunta a “modernizar” el mercado laboral. Según fuentes oficiales, se pretende que los trabajadores puedan negociar directamente con sus empleadores, sin necesidad de pasar por sindicatos o convenios sectoriales. Esta medida, sin embargo, ha sido interpretada por gremios como un intento de deb

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