WASHINGTON (AP) — Luego de pasar una semana en el extranjero, el presidente estadounidense Donald Trump se lanzó al debate sobre el cierre del gobierno e instó al Senado a eliminar el obstruccionismo para reanudar las actividades, una idea que fue rápidamente rechazada el viernes por los líderes republicanos, quienes se han opuesto durante mucho tiempo a tal medida.
Trump presionó a su Partido Republicano para deshacerse de la regla del Senado que exige 60 votos para superar objeciones y que da a la minoría demócrata un contrapeso a la actual mayoría republicana. En la cámara alta, dividida 53-47, los demócratas han tenido suficientes votos para mantener el gobierno cerrado mientras exigen una extensión de los subsidios de atención médica. Ninguno de los partidos ha querido seriamente eliminar la regla.
“LA DECISIÓN ES CLARA — INICIAR LA ‘OPCIÓN NUCLEAR’, DESHACERSE DEL OBSTRUCCIONISMO”, dijo Trump en una publicación en redes sociales el jueves por la noche.
La repentina decisión de Trump de intervenir en el debate sobre el cierre —ahora en su día 31— con la exigencia de terminar con el obstruccionismo seguramente pondrá al Senado en vilo. Podría impulsar a los senadores a hacer sus propias concesiones o enviar a la cámara hacia una nueva sensación de crisis. O, podría ser ignorada.
Los líderes republicanos respondieron rápidamente discrepando con Trump, un presidente al que pocos se han atrevido a contradecir públicamente.
El líder de la mayoría del Senado, John Thune, ha dicho repetidamente que no considera la posibilidad de cambiar las reglas para terminar con el cierre, argumentando que es vital para la institución del Senado y que les ha permitido detener políticas demócratas cuando han sido minoría.
La “postura (de Thune) sobre la importancia del obstruccionismo legislativo no ha cambiado”, dijo el viernes el portavoz de Thune, Ryan Wrasse.
Una portavoz del senador John Barrasso, el republicano número 2, dijo que su oposición a un cambio en el obstruccionismo también se mantiene sin cambios. Y el exlíder republicano Mitch McConnell, quien se opuso firmemente a los exhortos de Trump sobre el obstruccionismo en su primer mandato, sigue en el Senado.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, también defendió el obstruccionismo el viernes, aunque admitió que “no es mi decisión”, desde el otro lado del Capitolio.
“La salvaguarda en el Senado siempre ha sido el obstruccionismo”, dijo Johnson, agregando que los comentarios de Trump son “la ira del presidente ante la situación”.
Incluso si Thune quisiera cambiar el obstruccionismo, actualmente no tendría los votos para hacerlo en un Senado dividido.
“El obstruccionismo nos obliga a encontrar un terreno común en el Senado”, publicó en X el senador republicano John Curtis el viernes por la mañana, respondiendo a los comentarios de Trump y haciendo eco de los sentimientos de muchos de sus colegas republicanos en el Senado. “El poder cambia de manos, pero los principios no deberían hacerlo. Estoy firmemente en contra de eliminarlo”.
Durante años ha existido un debate en torno al obstruccionismo legislativo. Muchos demócratas presionaron para eliminarlo cuando tenían pleno poder en Washington hace cuatro años, como lo hacen ahora los republicanos. Pero finalmente no tuvieron los votos debido a que un número suficiente de senadores demócratas se opuso a la medida, pronosticando que tal acción se volvería en su contra después.
El llamado de Trump se produce en un momento en que ha declinado entablar conversaciones con los líderes demócratas para terminar el cierre, que está en camino de convertirse en el más largo de la historia.
Dijo en su publicación que pensó “mucho” en su decisión durante su vuelo de regreso de Asia y que una pregunta que surgió repetidamente en su viaje fue por qué “los poderosos republicanos permiten” que los demócratas cierren partes del gobierno.
Pero más tarde el viernes ya no mencionó el obstruccionismo mientras hablaba con los reporteros al salir de Washington y llegar a Florida para un fin de semana en su finca de Mar-a-Lago.
Aunque se llevan a cabo conversaciones discretas, particularmente entre senadores bipartidistas, Trump no ha estado seriamente involucrado. Los demócratas se niegan a votar para reabrir el gobierno hasta que los republicanos negocien una extensión de los subsidios a la atención médica. Los republicanos afirman que no negociarán hasta que el gobierno esté reabierto.
El líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, dijo en CNN que Trump necesita comenzar a negociar con los demócratas, argumentando que el presidente ha pasado más tiempo con mandatarios extranjeros que lidiando con el cierre en casa.
De costa a costa, las consecuencias de la disfunción provocada por el cierre del gobierno federal han comenzado a sentirse. La ayuda alimentaria del programa SNAP no podrá entregarse. Los vuelos se están retrasando. Los trabajadores no han recibido sus pagos.
Y los estadounidenses ya han dado un primer vistazo a los aumentos en los costos de los seguros de gastos médicos que son el centro del estancamiento en el Capitolio.
“La gente está estresada”, dijo la senadora de Alaska Lisa Murkowski, mientras las opciones de alimentos en su estado se vuelven escasas.
“Ya es hora de dejar esto atrás”.
La Casa Blanca ha movido dinero para garantizar que el ejército reciba su paga, pero se niega a usar fondos para la ayuda alimentaria. De hecho, el “gran y hermoso proyecto de ley” de Trump firmado a mediados de año efectuó el recorte más sustancial jamás realizado al programa SNAP, el cual hará que unos 2,4 millones de personas salgan del programa.
La secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, dijo el viernes que la agencia no puede liberar fondos de contingencia para mantener el funcionamiento de SNAP, pero dos jueces dictaminaron casi simultáneamente el viernes que el gobierno debe continuar financiando el programa de ayuda alimentaria. Queda por ver qué tan rápido podría suceder eso, ya que se espera una consulta adicional con los tribunales el lunes.
Trump, en una publicación en redes sociales, dijo que los abogados del gobierno pedirán a los tribunales “aclarar cómo podemos financiar legalmente SNAP lo antes posible” .
“Si recibimos la instrucción legal apropiada por parte del tribunal, será un honor proporcionar la financiación”, dijo Trump.
“Estamos sosteniendo alimentos sobre las cabezas de las personas pobres para que podamos quitarles su atención médica”, comentó el reverendo Ryan Stoess durante una oración con líderes religiosos esta semana en el Capitolio de Estados Unidos.
“Dios nos ayude”, dijo, “cuando la crueldad es el objetivo”.
La Cámara de Representantes permanece cerrada sin planes de reanudar sesiones, y los senadores se fueron el fin de semana y habrán de regresar el lunes.
El próximo punto de inflexión llega después de las elecciones del martes, que incluyen la contienda por la alcaldía de la Ciudad de Nueva York, así como los comicios en Virginia y Nueva Jersey que determinarán a los gobernadores de esos estados. Muchas personas esperan que, una vez que se declaren esos ganadores y perdedores, y los demócratas y republicanos evalúen su posición política con los votantes, puedan estar listos para llegar a un acuerdo.
Si el cierre continúa hasta la próxima semana, podría superar la pausa de 35 días que terminó en 2019, durante el primer mandato de Trump, por sus demandas de construir el muro fronterizo entre Estados Unidos y México .
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Los periodistas de The Associated Press Matt Brown y Josh Boak en Tokio contribuyeron a este despacho.

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