Los gritos en el homenaje de Estado fuerzan al PP a exigir movimientos al president valenciano, pero nadie del partido pide en público su dimisión

Las víctimas, las últimas revelaciones y su partido ponen a Mazón contra las cuerdas: “El funeral ha sido un punto de inflexión”

El aniversario de la dana de Valencia que solo en esa comunidad se cobró en octubre de 2024 la vida de 229 personas ha sido un baño de realidad para el PP. La reacción de las víctimas y sus familiares durante el homenaje de Estado del miércoles, con gritos descarnados dirigidos casi en exclusiva contra el president de la Generalitat, Carlos Mazón, han disipado el sueño que algunos tenían en la cúpula del partido: que el tiempo hiciera el trabajo que ellos no querían hacer. Pero lo vivido el miércoles en primera persona, las encuestas y el avance inexorable de la investigación judicial han añadido presión para resolver el problema cuanto antes.

Alberto Núñez Feijóo ha convocado el próximo lunes al Comité Ejecutivo del PP, el órgano que reúne a la dirección nacional con los barones autonómicos. Habrá destacadas ausencias entre los presidentes, que alegarán problemas de agenda para no acercarse a Madrid. Al menos Alfonso Rueda (Galicia), Jorge Azcón (Aragón) y, previsiblemente, María Guardiola (Extremadura), no viajarán, según sus equipos. El entorno del propio Mazón no confirma su presencia. Otros gobiernos autonómicos mantienen también en silencio qué harán sus respectivos líderes.

Los presidentes autonómicos rehúyen de comentar la gestión de su compañero y evitan inmiscuirse en lo que ocurre en otra región, no vaya a ser que en el futuro les pueda tocar a ellos estar en una situación delicada. Hay barones que, además, creen que sería peor para la “reconstrucción” que dimitiera ahora mismo. De hecho, tanto en los territorios como en la dirección nacional se mantiene que esa decisión la tiene que tomar en exclusiva el propio Mazón y sin presiones externas.

Con todo, las fuentes consultadas esperan que “pase algo” en las próximas horas o días, ante una situación cada vez más difícil de sostener. Que Mazón dé algún paso y que la dirección nacional asuma sus responsabilidades. Porque “algo” ya ha empezado a “pasar”, y la presión va a arreciar. El PP tiene una estructura muy vertical y con mucho poder de la dirección nacional. Según los estatutos, Madrid decide las candidaturas de ámbito estatal y europeo, pero también los cabezas de cartel autonómicos y municipales en ciudades grandes y medianas.

Es decir, será Feijóo la persona que decidirá si Mazón es el candidato del PP en las próximas elecciones. Y así lo recordó este mismo viernes la portavoz parlamentaria del PP, Ester Muñoz. “El partido decide quién es candidato en elecciones”, apuntó en una rueda de prensa. Y añadió: “La decisión de dimitir es personal. Es el señor Mazón el que debe decidir su futuro político”.

Hasta ahora, la dirección del PP había ligado la posible continuidad de Mazón a “la reconstrucción”. Feijóo lo recordó en una entrevista en ‘La Nueva España’ que se publicó en los días previos al aniversario de la dana: “Mazón ha unido su futuro político al éxito de la reconstrucción. Seguiremos viendo cómo va la reconstrucción en Valencia y cuál es el futuro político de Mazón”. Pero la realidad, tozuda, obliga a Feijóo a aumentar la presión sobre Mazón. Una reciente encuesta publicada por el ABC situaba al PSPV muy cerca del PP en estimación de voto. Pero más importante era otro dato demoledor: el 75% pide la dimisión de su president. Tras el funeral, la derecha mediática pidió la cabeza del ‘president’.

A puertas del homenaje presidido por los reyes, el líder del PP ya comenzó a señalar el camino a su barón, y le conminó a acudir con urgencia a las comisiones de investigación de las Cortes valencianas y del Senado, tras meses sin avances significativos en ninguna de las dos. Feijóo obvió expresamente la que acaba de abrirse en el Congreso y que ya ha fijado fecha para la citación a Mazón: el 17 de noviembre. El motivo es que las comisiones citadas por Feijóo están controladas por el PP, con ayuda de Vox en el caso valenciano. La del Congreso, no. En la Cámara Baja es el bloque que apoya a Pedro Sánchez quien maneja los resortes.

La idea que manejan en el PP es que Mazón anuncie que renuncia a presentarse a la reelección en 2027, pero que se mantiene al frente de la Generalitat hasta entonces. En Génova creen que así se rebajará mucho la presión sobre el ‘president’, y sobre ellos mismos, que Mazón podrá centrarse en la “reconstrucción” y el PPCV en buscar un relevo.

Tiempo y silencio: la estrategia de Feijóo

Pero lo ocurrido el miércoles supera incluso lo previsto. Y a Mazón parece que se le termina el crédito interno. Este jueves, en plena cita parlamentaria de Pedro Sánchez en la comisión de investigación del ‘caso Koldo’ en el Senado, el ‘president’ valenciano anunció una “reflexión” tras la reacción de las víctimas de la dana y una futura comparecencia sin concretar. En el PP hubo quien pensó que Mazón podría dimitir. Pero no. Todo indica que el ‘president’ anunciará su asistencia a la comisión de investigación en las Cortes Valencianas antes de tener que ir al Congreso.

Está por ver si Feijóo también da la orden de que el Senado le llame con antelación. Porque el líder del PP es de la escuela política de Mariano Rajoy, tal y como él mismo ha referido en múltiples ocasiones. Su máxima política es apurar la toma de decisiones y aplicar el silencio, a ver si las cosas se resuelven solas. Y, en caso de tener que intervenir, hacerlo en el último momento. Así lo explicó él mismo recientemente en una entrevista para el podcast Media Power. Preguntado expresamente sobre cómo “piensa estratégicamente cuando hay que tomar grandes decisiones difíciles, de Estado o empresariales”, Feijóo responde: “Gestionar el tiempo”. “No debes tomar una decisión hasta que no termine el plazo para tomarla”, añade.

Y es lo que está haciendo desde octubre de 2024. Feijóo cerró filas rápidamente con su barón autonómico e intentó situar el foco en el Gobierno central, sabedor de la importancia política que tiene la Comunidad Valenciana. Confió en que Mazón terminaría por cocerse en su propia salsa, y que sería él mismo quien acabaría asumiendo responsabilidades políticas.

Pero ha ocurrido lo contrario. Mazón se ha atado al cargo y se ha encadenado a Vox para mantenerse en el poder. Los de Santiago Abascal tienen la llave de la gobernabilidad en la Comunitat, y los estrategas de la ultraderecha tienen claro que un Mazón débil y controlado al frente del Consell engorda su cuenta electoral.

De hecho, el líder de Vox es ahora mismo el principal defensor de Mazón. En su cuenta de Twitter, Abascal aprovechó para arremeter contra el PP, sus líderes, el Gobierno… y para mostrar clemencia por el presidente valenciano.

Si Feijóo sigue su propia guía, no tendría que tomar ninguna decisión hasta 2027, cuando están previstas las elecciones autonómicas. Y ese era el plan. Con el señuelo de “la reconstrucción”, y un exmilitar como trampantojo al frente de una vicepresidencia vacía de competencias y presupuesto, en las plantas nobles de Génova,13 confiaban en que Mazón pudiera agotar su mandato, mientras los ecos de las riadas del 29 de octubre de 2024 se desvanecían entre el ruido constante de la cotidianeidad.

Pero lo constante en Valencia es el ruido de las máquinas que un año después trabajan todavía en una reconstrucción que está lejos de culminar. Y el estruendo de la investigación judicial que dirige una jueza de instrucción de Catarroja, uno de los municipios más afectados. Cada avance en la instrucción desvela una nueva mentira de Mazón. Cada nuevo documento señala una contradicción del ‘president’. Cada testimonio y cada vídeo de las horas cruciales de aquella jornada acercan al PP más y más al precipicio.

“Quédate en silencio todo el tiempo que puedas”

Feijóo y Mazón coincidieron el miércoles en Valencia, pero a diferencia de lo que ocurre en los actos de partido, el líder del PP apenas saludó a su barón. No se sentaron juntos ni mantuvieron reunión alguna, según han confirmado diferentes medios estos días. El líder del PP ha reducido al máximo su presencia mediática desde hace algunas semanas y rehúye a las cámaras más de lo que suele. Cuando no puede, evita responder a lo que se le pregunta. Este mismo jueves, sin ir más lejos, asistió a la presentación de otro libro más de José María Aznar. Pero no entró al acto por la puerta, sino en coche y por el parking.