El cuerpo humano muestra señales evidentes cuando se calienta o se tensa. Las glándulas sudoríparas se activan, la humedad se acumula en la piel y las manchas de sudor aparecen en la ropa, sobre todo en momentos de nervios o esfuerzo físico. Esa reacción sirve para mantener la temperatura interna dentro de límites seguros.

La evaporación del sudor permite liberar calor, y el líquido que cae por el cuello o las sienes es un reflejo visible de ese mecanismo de enfriamiento. Esa misma función, aplicada a otra especie, protagoniza uno de los fenómenos más curiosos del mundo animal: la espuma que recubre a los caballos tras un esfuerzo .

Los caballos muestran su esfuerzo con una espuma blanca

Los caballos sudan de una forma peculiar que desconcierta a quienes no están acostumbrados a verlos trabajar. Según publicó el medio IFLScience , las imágenes compartidas por varios propietarios en redes sociales mostraban animales cubiertos por una capa blanca y espumosa . Lo que parece jabón en realidad es sudor.

Tal y como explicó el autor y académico Vybarr Cregan-Reid en The Conversation , los caballos, al igual que los humanos, utilizan el sudor como principal vía de refrigeración , algo poco común entre los mamíferos. En palabras de Cregan-Reid, “la sudoración permitió a los humanos y a algunos cuadrúpedos mantener el esfuerzo físico durante más tiempo al liberar calor de forma continua”.

La espuma que aparece sobre la piel de los caballos tiene una razón biológica concreta. Los investigadores detallaron en el estudio Latherin: A Surfactant Protein of Horse Sweat and Saliva publicado en PLOS One que los equinos segregan una proteína llamada latherina , presente en concentraciones especialmente altas dentro de su sudor.

Esa sustancia actúa como un detergente natural que recubre el pelo y facilita que el agua se extienda por toda la superficie corporal . De esa forma, el sudor puede evaporarse mejor a través del pelaje espeso y reducir la temperatura del cuerpo incluso en plena actividad.

El aspecto espumoso es solo un efecto secundario de ese proceso físico. Tal como recogió la enciclopedia A-Z Animals , “la latherina permite que la transpiración atraviese el pelo impermeable desde la base hasta la punta, aumentando su exposición al aire”.

El mismo compuesto también aparece en la saliva de los caballos , donde ayuda a humedecer y ablandar los alimentos ricos en fibra. Esa sustancia origina la espuma típica que muchos observan en la boca del animal y que, a primera vista, puede hacer pensar que sufre un ataque o algún tipo de problema, aunque en realidad solo refleja una masticación activa y una producción normal de saliva .

Esta coincidencia funcional demuestra cómo una proteína puede servir en distintos procesos fisiológicos dentro del mismo animal . En términos prácticos, cada burbuja blanca sobre el cuerpo de un caballo indica que su sistema de refrigeración está actuando con eficacia.

La composición del sudor equino obliga a reponer sales y líquidos con frecuencia

El veterinario Peter Huntington , director de nutrición en Kentucky Equine Research , explicó a Equinews que los factores que regulan la producción de latherina aún no están definidos. “Se cree que influyen la condición física o el exceso de proteínas en la dieta, pero las pruebas son limitadas”, afirmó.

Lo que sí está comprobado es que el sudor equino contiene menos proteínas y más sales que el humano , una composición que favorece la pérdida de electrolitos . Para compensar ese desequilibrio, los cuidadores acostumbran a ofrecer suplementos o aumentar el aporte de agua , sobre todo en periodos de calor intenso.

La transpiración extrema puede causar deshidratación o fallos térmicos en los caballos

El proceso de transpiración implica también la pérdida de sodio, cloruro, potasio, magnesio y calcio . Estos minerales sostienen la actividad muscular y la transmisión nerviosa. Cuando un caballo trabaja bajo temperaturas elevadas puede llegar a producir cerca de cuatro litros de sudor cada cuarto de hora , según las estimaciones recogidas en la literatura veterinaria citada por IFLScience .

Si el animal presenta una sudoración escasa o nula, podría sufrir anhidrosis , una alteración que impide regular la temperatura y puede derivar en un golpe de calor. En esos casos, el descanso y los baños con agua fresca s e vuelven esenciales para evitar daños fisiológicos.

Aunque el mecanismo sea distinto en cada especie, humanos y caballos comparten la capacidad de enfriar su cuerpo mediante la transpiración. Otros mamíferos recurren a técnicas más limitadas, como el jadeo . Los asnos , por ejemplo, también sudan, pero en menor grado, y dependen sobre todo de la ventilación de sus orejas para disipar calo r.

Esa comparación demuestra cómo la evolución ha favorecido soluciones diversas ante un mismo problema físico : la necesidad de mantener estable la temperatura corporal. En el caso del caballo, la espuma blanca que aparece tras un esfuerzo resume a la perfección la eficacia de su sistema.