“Ya me he decidido de alguna manera, no puedo decir qué es, pero hemos avanzado mucho con Venezuela en lo que respecta a detener el flujo de drogas”, Así se ha expresado el presidente de EEUU, Donald Trump, en el Air Force One de camino a Florida a jugar al golf este fin de semana sobre los siguientes pasos en relación con Venezuela y la presión militar para una hipotética operación para derrocar al presidente del país, Nicolás Maduro.

The Washington Post ha publicado este viernes que Trump ha mantenido reuniones en las últimas horas con el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el jefe del Estado Mayor, Dan Caine, para debatir una “variedad de opciones” militares en Venezuela. La reunión, según el Post, se produjo 24 horas después de que Hegseth comunicara la operación militar 'Lanza del Sur' en el continente, aunque no especificó acciones concretas.

Estados Unidos lleva desde el 2 de septiembre matando personas en el Caribe y el Pacífico –80 en 20 ataques; el último, comunicado este jueves, con cuatro muertos más–, acumulando más de 15.000 soldados en la zona, un portaaviones, fragatas, destructores y acondicionando bases militares en Puerto Rico, mientras el presidente de EEUU, Donald Trump, afirma que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, “tiene los días contados” al frente del país.

Además, Trump ha autorizado operaciones encubiertas de la CIA y ha anunciado que, después de los ataques en el mar, llegarán los “ataques en tierra”.

En este contexto, tras mostrar imágenes del portaaviones Gerald Ford, el más grande de los que tiene EEUU, en aguas latinoamericanas, el secretario de Guerra de EEUU, Pete Hegseth ha hecho un anuncio ceremonioso del lanzamiento de una operación llamada “Lanza del Sur”, que no deja de ser una forma de bautizar la operación militar que se está desarrollando desde el 2 de septiembre y cuyo final está por despejarse. Entre otras cosas, porque en el Congreso de EEUU crece la oposición a una intervención militar en Venezuela como se vio en una reciente votación en el Senado, que sacó la Administración por dos votos –51-49– tras la promesa que aún no tenían amparo legal para el ataque, si bien lo estaban buscando.

El senador trumpista de Carolina del Sur, Lindsay Graham,  daba más pistas de lo que está en marcha : “Para quienes se preguntan qué sucede en Venezuela, deben saber que el presidente Trump está completamente decidido a impedir que el estado narcoterrorista venezolano siga envenenando a los estadounidenses con drogas ilegales. El presidente Trump también cree que Maduro es un líder ilegítimo cuyos días están contados. Coincido con la evaluación del presidente Trump sobre la situación en Venezuela. No considero a Maduro un líder legítimo, sino un narcotraficante procesado en tribunales estadounidenses. Bush padre derrocó al líder panameño Noriega en circunstancias similares. Existe un califato de la droga en nuestra región que incluye a Venezuela, Colombia y Cuba. Me alegra mucho que el presidente Trump esté comprometido a poner fin a este régimen de terror. Cuanto antes se vaya Maduro, mejor para el pueblo venezolano y para EEUU”.

Cobertura legal a medida

Un informe secreto del Departamento de Justicia aprueba los ataques a supuestas narcolanchas como legales fundamentado en la idea de que Estados Unidos se encuentra legalmente en un estado de conflicto armado con los cárteles de la droga, una premisa que se deriva en gran medida de las argumentaciones que la Casa Blanca ha presentado, según  adelanta The New York Times .

El informe de la Oficina de Asesoría Legal del departamento, que tiene más de 40 páginas, aprobó en verano la campaña militar iniciada el 2 de septiembre y que ya se ha cobrado la vida de 80 personas en el Caribe y el Pacífico Oriental, afirmando que tales ejecuciones extrajudiciales son legales en virtud de los poderes de guerra de Trump.

La Administración ha insistido en que Trump tiene la autoridad para ordenar legalmente los ataques conforme a las leyes de la guerra, pero ha proporcionado escasos detalles sobre su análisis jurídico para fundamentar dicha conclusión. Y el informe evidencia cómo los abogados aprobaron lo que quería Trump sin reservas de la versión presentada por la Casa Blanca.

Maduro: “¿Queremos otra Gaza en Suramérica?

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reaccionó este viernes al despliegue militar de Washington en el mar Caribe. “¿Queremos otra Gaza ahora en Suramérica? ¿Qué dice el pueblo de Estados Unidos? (...) Déjenme decirles que no. Aquí triunfará la paz”, expresó el mandatario en una transmisión del canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).

En su discurso, Maduro pidió al pueblo estadounidense, sin hacer alusión específica a algún nombre, detener “la mano enloquecida de quien ordena bombardear, matar y llevar una guerra” a Suramérica y al Caribe, , informa Efe.

Y hablando en inglés y español, el gobernante aseguró que “la orden es la paz”. “War (guerra), no. Death (muerte), no. Peace, and life, and love. Paz, vida y amor. No al odio, no a la guerra”, sentenció.

La ONU ha tachado de violación al derecho internacional los ataques de Washington a las embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, que se han cobrado la vida de más de ochenta personas.

En medio de la creciente tensión en el Caribe también se pronunció la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), que alertó sobre “una desestabilización sin precedentes” en la región si EEUU diera “el salto” hacia un “movimiento militar de agresión”.

Ese bloque está integrado por Venezuela, Cuba, Nicaragua, Dominica, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Granada, Santa Lucía y Bolivia, este último país suspendido.