Antes de que este viernes pudiera apagarse del todo el incendio que ha arrasado el complejo residencial Wang Fuk Court, el más letal de los últimos 70 años en Hong Kong, ya habían comenzado las dudas en torno a la actuación de las autoridades locales y el poder que ejerce el Gobierno chino sobre la ciudad autónoma.

Hay unos 200 desaparecidos y sigue aumentando el número de víctimas mortales a causa del fuego que destruyó siete de los ocho edificios de apartamentos de gran altura de Wang Fuk Court, un complejo residencial donde vivían 4.800 personas y que estaba siendo rehabilitado por completo.

Sus bloques estaban cubiertos por una estructura densa de cañas de bambú, unidas con tiras de nailon negro y protegidas por redes de polietileno de alta densidad, lonas de cloruro de polivinilo y planchas de poliestireno expandido en los huecos de las ventanas. Según los informes preliminares del Departamento de Bomberos, ninguno de esos revestimientos cumplía la clasificación ignífuga clase 0 o 1 obligatoria.

Las autoridades han dado por finalizadas las labores de rescate este viernes, mientras crece la indignación entre los hongkoneses por las causas del incendio. El suceso también ha puesto de manifiesto el malestar social que reina en la ciudad autótoma debido a la escasez de vivienda asequible: los altísimos precios de las propiedades inmobiliarias obligan a muchas personas a vivir en concurridos edificios de gran altura, susceptibles de convertirse en trampas mortales cuando ocurre una catástrofe como la de esta semana.

Fachada de uno de los edificios que empezó a arder el 26 de noviembre de 2025.

Responsabilidades

El líder de Hong Kong, John Lee, dijo el jueves durante una rueda de prensa que el Gobierno de la región autónoma creará un fondo de 300 millones de dólares hongkoneses (unos 33,3 millones de euros) para ayudar a los residentes. También comunicó que la Oficina de Desarrollo de la ciudad está debatiendo reemplazar los tradicionales andamios de bambú por otros metálicos y que habían dado siete días a todos los contratistas de la ciudad para presentar documentos que demostrasen el uso de materiales ignífugos.

Pero algunos hongkoneses están molestos por el énfasis que se ha puesto en el bambú como posible culpable del gran incendio. En la tarde del jueves todavía era posible ver en pie una gran parte del andamio de bambú, mientras lo que había quedado calcinado era la malla verde entre los postes.

El Gobierno local se ha comprometido a eliminar el bambú de las obras públicas de manera progresiva, pero los ciudadanos indignados por el incendio creen que responsabilizar al bambú es una manera de desviar la atención sobre las causas reales, aún por conocer, ya que la investigación sigue en marcha.

A diferencia de la China continental, donde suelen emplearse andamios de acero en las construcciones, en Hong Kong los andamios de bambú son muy apreciados como una parte importante del patrimonio local. Según Michael Mo, un antiguo concejal de Hong Kong que nació en la zona de Tai Po –donde se encuentra el complejo residencial incendiado– y que ahora vive en Reino Unido, los residentes de Wang Fuk Court llevaban meses quejándose del comportamiento negligente de la constructora.

Desde la eliminación del bando prodemocrático y de la sociedad civil, no hay oposición que haga sonar las alarmas de manera eficaz

Michael Mo exconcejal de Hong Kong

El año pasado se difundió dentro de un grupo de residentes de Wang Fuk Court el texto de un correo electrónico que parecía ser del Departamento de Trabajo de Hong Kong. En respuesta a las preguntas sobre las obras de mantenimiento, el Departamento de Trabajo afirmaba que “el riesgo de incendio de los andamios es relativamente bajo” porque las obras no implicaban el uso de llamas abiertas. El texto también decía que la regulación de ese departamento no incluía estándares sobre las propiedades ignífugas de los andamios. El periódico británico The Guardian preguntó al Departamento de Trabajo, pero no ha recibido respuesta.

La policía de Hong Kong detuvo el jueves a tres personas relacionadas con la empresa de mantenimiento de edificios responsable del complejo Wang Fuk Court. Este viernes se han producido las detenciones de dos directores de la empresa de arquitectura a cargo de la renovación de los edificios y de otras seis personas. La Comisión Independiente contra la Corrupción ha detallado en un comunicado que los arrestados son siete hombres y una mujer, de entre 40 y 63 años, incluidos subcontratistas de andamios.

Dudas sobre la investigación

Tradicionalmente, en Hong Kong se desarrollaban investigaciones sobre grandes tragedias bajo la dirección de un juez independiente. Sin embargo, muchos expertos judiciales afirman que ahora el poder judicial de la ciudad ha dejado de ser independiente, especialmente en asuntos críticos con el Gobierno. “No creo que el Gobierno vaya a crear una comisión independiente para investigar este asunto”, afirma Michael Mo a The Guardian . “No lo hicieron con la COVID; si lo hicieran, John Lee estaría acabado”.

No creo que el Gobierno vaya a crear una comisión independiente para investigar este asunto

Michael Mo exconcejal de Hong Kong

La confianza en las autoridades está en mínimos desde la represión generalizada de Pekín contra el movimiento prodemocrático de Hong Kong , con numerosos enfrentamientos violentos entre la policía y los manifestantes. “Desde la eliminación del bando prodemocrático y de la sociedad civil, no hay oposición que haga sonar las alarmas de manera eficaz”, lamenta Mo. En su opinión, antes de 2019 las autoridades tenían límites que, aunque imperfectos, limitaban su actuación. “En ausencia de ellos, no hay forma de que podamos hacer que el Gobierno sea más eficaz o responsable”.

Pekin ha respondido con celeridad al incendio. El presidente de China, Xi Jinping, pidió un “esfuerzo integral” para extinguir el incendio y minimizar el número de víctimas y pérdidas. Empresas chinas como BYD, Geely y Alibaba han prometido donaciones por decenas de millones de dólares hongkoneses. Según un portavoz del Ministerio de Defensa, el Ejército Popular de Liberación está listo para “proteger” la ciudad.

Lee también insinuó el jueves que las elecciones al Consejo Legislativo programadas para el 7 de diciembre podrían posponerse debido a la catástrofe. La última vez que se pospusieron las elecciones fue en 2020, aparentemente por la pandemia, aunque su retraso también sirvió para silenciar al bando prodemocrático. En los años transcurridos desde entonces, el movimiento por la democracia ha sido aniquilado con una combinación de medidas, desde el encarcelamiento de legisladores al exilio forzoso o la inhabilitación de candidatos no leales a Pekín. Las elecciones de este año son “solo para patriotas”.

Con información de Helen Davidson, Reuters, AP y Agencia EFE