Una nueva tormenta invernal se aproxima desde las llanuras hacia el noreste de Estados Unidos, generando preocupaciones por interrupciones en los viajes. Esto ocurre tras una nevada récord en Chicago durante el fin de semana posterior al Día de Acción de Gracias, que cerró carreteras en varios estados y causó miles de cancelaciones de vuelos.

Este lunes, se espera una nueva ronda de nieve y hielo que afectará a muchas de las mismas regiones, continuando el martes con nieve en el interior del noreste, lluvias intensas en la costa y una franja de hielo a través del valle de Ohio. Este sistema, aunque rápido, promete ser de alto impacto, justo después de uno de los fines de semana de viajes más problemáticos en años.

La tormenta comenzó a formarse en el oeste durante el fin de semana, donde un fuerte sistema de baja presión ha estado canalizando humedad del Pacífico hacia el noroeste, la Gran Cuenca y las Rocosas. Las áreas más elevadas han recibido nieve fresca, mientras que las zonas de menor altitud han experimentado nevadas ligeras. Este lunes, la energía giratoria de la tormenta se combinará con la humedad del Golfo, provocando lluvias y tormentas en Texas y el sur profundo.

La nieve y una mezcla invernal se extenderán desde las llanuras centrales hasta el valle del Misisipi, el bajo Medio Oeste y los Grandes Lagos durante la tarde y noche de este lunes. Las nevadas residuales generadas por efecto lago mantendrán a partes de los Grandes Lagos bajo nieve constante durante gran parte del día. Ciudades como Des Moines, St. Louis y Chicago están entre las que se pronostican más nevadas.

A medida que la tormenta avanza hacia el este, se intensificará. Desde la noche de este lunes hasta el martes, se anticipan lluvias generalizadas en las regiones del Atlántico medio, el sureste y la costa del Golfo, con riesgo de inundaciones repentinas en el sur. El lado noroeste más frío del sistema traerá nuevamente nieve a los Apalaches y al interior del noreste.

En las áreas justo al sur de la intensa nevada, el aire cálido que se desliza sobre el suelo frío podría generar lluvia helada en los Apalaches centrales y del sur. Una fina capa de hielo en las zonas más elevadas de Virginia y Carolina del Norte podría causar problemas de viaje y cortes de energía.

La confianza en el pronóstico disminuye cerca del corredor de la I-95, donde ciudades como Nueva York, Filadelfia, Boston y Washington D.C. podrían experimentar nieve al principio, dependiendo de la trayectoria del centro de baja presión.

Diciembre marca el inicio del invierno meteorológico, que se extiende hasta febrero, y se espera que las temperaturas en el centro y norte de EE. UU. se mantengan entre -7 y -1 °C este lunes. Esto hará que la nueva nieve y el hielo se acumulen sobre lo ya caído.

A finales de la semana, se anticipa una nueva oleada de aire ártico que podría llevar las temperaturas a sus niveles más bajos de la temporada, con algunas áreas acercándose a récords diarios de frío. Esta próxima irrupción ártica podría ser un indicativo de más frío que se avecina a lo largo de diciembre, debido a una alteración del vórtice polar.