Bajo un cielo gris de Bogotá, las calles mojadas por la lluvia se convirtieron en un coro de desafío. Miles de personas en Colombia y en el extranjero se movilizaron en apoyo al expresidente Álvaro Uribe, rechazando la condena de 12 años de arresto domiciliario que consideran persecución política más que justicia.

Marcha por un líder caído

El 7 de agosto —aniversario de la Batalla de Boyacá y punto medio del mandato del presidente Gustavo Petro— la “Gran Marcha Nacional” fue parte protesta, parte peregrinación. En Bogotá, comenzó en el Parque Nacional, donde una marea de camisetas blancas, todas con el rostro de Uribe, avanzó hacia la Plaza de Bolívar bajo una llovizna constante.

Para muchos, esto no se trataba de líneas partidistas estrictas. Era defender a un hombre que ven como símbo

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